Existe una norma no escrita en los medios de comunicación, no se debe hablar del suicidio. Es algo peligroso, una realidad incómoda que transgrede normas y convenciones sociales atentando contra el valor que le damos a la vida propia. Se considera habitualmente que hablar del suicidio hará que se extienda y “de ideas” a más personas que puedan estar sufriendo ¿por qué no decirlo? en silencio y solas.

No es que se haga con mala intención, sino por temor al llamado “efecto Werther”, llamado así por asociación al efecto percibido tras publicación del libro de Goethe “Las penas del joven Werther”. En ella el protagonista se suicida tras un desamor y tras su publicación generó una ola de suicidios que buscaban imitar la ritualización del suicidio que generaba el protagonista de esta obra.

Hoy en día sabemos que esta relación no es tan directa como se pensaba hace años, y que decidiendo ignorar el suicidio hacemos un flaco favor a las personas con ideación suicida. En concreto porque estamos obviando emplear el conocido como “efecto Papageno”, una de las herramientas más potentes para prevenir el suicidio, y del que hoy en día tenemos mucha información.

Como en muchas realidades de la vida diaria, el asunto es más complejo de lo que parece en un principio. Afortunadamente ahora sabemos que todo depende de cómo hablemos del suicidio. En lugar de mitificar la figura del suicida, o considerarlo como inevitable, debemos favorecer el afrontamiento positivo, dar información contrastada, corregir los mitos que en la sociedad existen sobre el suicidio y, sobre todo, ligar la cobertura del suicidio a los recursos de ayuda que existen en la sociedad.

Estos pueden ser del propio entorno de la persona, familiares y amigos, pero también recursos públicos, un profesional de la salud mental o médico de cabecera y, por supuesto, un teléfono de ayuda, como el teléfono contra el suicidio. Es la propia Organización mundial de la salud la que ha publicado una guía sobre como informar adecuadamente sobre el suicidio, porque es importante hablar de ello de manera responsable y profesional, para reducir la soledad, la desinformación y favorecer que se hable con los profesionales adecuados de la sanidad pública.

¡Danos la oportunidad de ayudarte!

Para saber más sobre como hablar de suicidio:
https://www.who.int/mental_health/media/primaryhealthcare_workers_spanish.pdf