Hablar con el alumnado del suicidio no es fácil. Aunque es uno de los problemas más graves de salud pública reconocidos por la OMS, socialmente sigue siendo un tema tabú. Silenciarlo no ayuda a mejorar la situación. Hablarlo es darle visibilidad para favorecer su comprensión.

Docente, tu papel es muy importante para ayudar en la prevención y actuación ante el suicidio en el ámbito educativo. Tus alumnos confían en ti y creen en ti. Tu palabra les ayuda a entender mejor el mundo.

Te proponemos algunas ideas para HABLAR del suicidio en clase con el objetivo de que se visibilice socialmente y de que los alumnos se comprometan en la prevención, comprensión y actuación si fuera necesario.

1. El primer paso, antes de tratar el tema en clase, pregúntate cómo te vas a sentir tú abordando este tema. Infórmate, revisa los mitos sobre el suicidio, observa qué emociones tienes al preparar el tema y cómo puedes regularlas para transmitir normalidad al alumnado. Puedes apoyarte en el gabinete psicopedagógico del centro. Prepara una comunicación sencilla, ordenada y bilateral que te permita recibir impresiones y mensajes de parte del alumnado.

2. Trata el tema desde la importancia que tiene para la salud. Ni más ni menos. Apóyate en los datos. Es una de las causas de defunción más importantes del mundo y se da sobre todo en jóvenes. Y en la mayoría de los casos, se puede prevenir si comenzamos a hablar de él de una manera natural y si todos adquirimos una responsabilidad social al respecto.

3. Aporta información, aclara conceptos (Ver anexo). Conocer siempre es el camino para entender y comprender. No es lo mismo el suicidio que es un acto suicida deliberado y voluntario con resultado de muerte; que un acto suicida, que es una acción autolesiva que busca el daño físico en diferentes grados. Tampoco es lo mismo la comunicación suicida, que son manifestaciones verbales o no verbales sobre ideación suicida, independientemente de su intencionalidad que ideación suicida, que incluye todo tipo de pensamientos relacionados con el suicidio. La conducta suicida es el término más genérico porque engloba una diversidad de comportamientos que van desde cómo pensar en el suicidio, a la planificación del suicidio o cometer un suicidio propiamente dicho.

4. Observa el comportamiento de la clase durante tu intervención. ¿Muestran interés? ¿Están atentos? ¿Notas rechazo? ¿Qué emociones detectas? Interactúa con ellos en intervalos para saber cómo están recibiendo la información. Adapta tu intervención al contexto en tiempo real.

5. Asegúrate de desmitificar ciertas creencias sobre el suicidio (ver Mitos sobre el suicidio). Enfoca este punto en lo importante que es hablar de cómo nos sentimos y de escuchar a los compañeros sobre cómo se sienten. Hablar del suicidio de una manera responsable puede prevenirlo.

6. Indícales cómo pueden buscar ayuda adulta si detectan que un compañero la necesita o si ellos mismos la necesitan. Que sientan que no están solos.

7. Concrétale qué conductas de apoyo pueden realizar entre compañeros para la prevención y para la actuación ante un caso de suicidio.

8. Infórmales de los protocolos que tenga operativos el centro o de si hay una red de apoyo social en el entorno escolar.

9. Cede la palabra. Tendrán muchas dudas. Intenta que las disipen a través de la participación oral en la clase, por escrito o a través del juego o una tarea en equipo. Intenta que esa sesión se complemente con otras actividades que se puedan realizar en otras clases, no solo en tutoría, para que el alumnado entienda que es un compromiso de todo el centro. Que se convierta en un tema transversal.

10. Prepara una comunicación sobre prevención y actuación en el suicidio para las familias. Quizá algún padre o madre quiera hablar contigo de este tema o algún alumno te pida información para llevar a casa.